viernes, 24 de julio de 2015

¿PUEDEN LOS GATOS SER VEGETARIANOS?


Aunque el ser humano es omnívoro, es decir, que come absolutamente de todo,  los testimonios más antiguos de vegetarianismo [o vegetarismo] se remontan a la antigua India y la antigua Grecia, en el siglo VI antes de Cristo. En la Edad Media, algunas órdenes religiosas prohibieron o restringieron el consumo de carne con fines ascéticos [aunque ciertamente esto nunca afectó al pescado]. En 1847 apareció la primera sociedad vegetariana en el Reino Unido, y hoy el 19% de las mujeres y el 13% de los hombres de este planeta son vegetarianos; es decir, unos 1000 millones de personas.
En cualquier caso estamos hablando de una elección personal, individual y marcada por principios éticos que consideran inaceptable que los animales estén al servicio del hombre como alimento.
¿Pero podemos obligar por eso a nuestros gatos a ser también vegetarianos?

La lógica biológica y la opinión de la práctica mayoría de los veterinarios son contrarios al vegetarismo gatuno por una simple razón: el proceso evolutivo ha hecho del gato un animal rotundamente carnívoro.
Su equipamiento y su instinto son de cazador, de depredador. Su organismo se ha adaptado a esta práctica alimenticia: dientes para desgarrar, fuertes uñas para inmovilizar y acceder a sitios elevados, un tracto digestivo corto, hábitos nocturnos…
En la naturaleza no existen gatos vegetarianos; lo que sí existen son gatos mascota que son obligados por sus dueños a alimentarse con vegetales.
Pero los vegetales tienen mucha fibra y necesitan tractos intestinales largos como los de los ciervos, porque la fibra es difícil de procesar y de absorber.
Además, los gatos no pueden producir ciertos nutrientes esenciales como la vitamina A y la vitamina D [especialmente la D3] que de forma natural se encuentra en la carne.
Necesitan también “taurina”,  que es un aminoácido esencial que su cuerpo no es capaz de producir; y la taurina se encuentra en la carne, por ejemplo en el pollo y sobre todo en el corazón y en el hígado, donde figura en grandes cantidades.

En resumen, una dieta sin carne causará a nuestro gato carencias nutricionales muy difíciles de paliar con suplementos químicos. El resultado de una alimentación vegetariana para el gato es peligroso ya que la carencia de vitamina A le puede generar sordera, problemas de huesos, de piel, de intestinos y reproductivos. La falta de taurina por su parte, puede causarle cardiomiopatías y otros problemas como la pérdida de visión.

Los gatos son carnívoros
Dicho esto,  hay dueños de gatos que ya los someten a dieta vegetariana y que sostienen que no sufren problemas de salud (tenemos creerlos porque sería absurdo que se inventaran una cosa así), pero es obvio que están actuando en contra de la naturaleza del animal. Bueno, cada uno que asuma su responsabilidad.

Lo que sugiero a los vegetarianos es que opten por mascotas vegetarianas u omnívoras. ¿No es eso mejor eso que obligar a un organismo a alimentarse contra su propia naturaleza? Yo soy partidario de respetar absolutamente a los animales y eso incluye su alimentación.

Es obvio que a la ciencia le queda mucho para dar su última palabra en este asunto y, muy probablemente, en el futuro haya gatos “verdes” y gatos “rojos”, pero aún queda mucho por investigar, por ensayar, por perfeccionar…  Desde luego el asunto no está maduro. Espero que no haya demasiadas bajas en el camino porque a los gatos la ética les importa un pepino.



1 comentario:

  1. Yo soy de tu opinión en principios y, aunque yo misma soy vegana, alimento a mis tres gatos y con pienso fabricado con carne y pescado, ya que conozco sus necesidades nutricionales. Sin embargo, me surgen algunas duda. El pienso que les suministramos porque nos resulta más cómodo no deja de ser un sucedáneo de su dieta natural y me pregunto si los piensos veganos no estarán enriquecidos con taurina y con esas vitaminas que les faltaran por no llevar componentes animales. El otro día, hablando con el dueño de una tienda vegana sobre su gata, me dijo que tiene 23 años. ¡23 son muchos años! Tengo que investigar. Desde luego, no pienso hacer nada que ponga en peligro la salud de mis gatetes. Pero, oye, que una gata vegana haya vivido hasta los 23 años me dio que pensar.

    ResponderEliminar