miércoles, 8 de julio de 2015

LO QUE NUNCA DEBE COMER TU GATO


Mucha gente piensa que los gatos pueden comer de todo, que son omnívoros como las personas… PERO NO ES VERDAD. De hecho hay alimentos que pueden ser muy peligrosos para ellos. Veamos algunos.

LA LECHE
Que estampa hay más clásica que un gatito lamiendo su plato de leche... Pues resulta que le puede caer como un tiro: una vez destetados, los mamíferos deben dejar de beber leche, incluidos los gatos. En los gatos se da con cierta frecuencia una intolerancia a la lactosa, y la leche les trae problemas digestivos, vómitos y diarreas.

EL CHOCOLATE
El chocolate es un auténtico peligro para los gatos porque contiene “teobromina”, que es una sustancia tóxica cuando se toma en exceso. La teobromina le acelerará el ritmo del corazón, y tendrá diarreas, vómitos y, en casos graves, podría caer en coma o morir. No vale aquello de “pero si sólo le doy un poquitín”, porque la teobromina se va acumulando en su cuerpo.
El café y el té, que son estimulantes del sistema nervioso, pueden provocar síntomas parecidos.
No lo dudes: tu gato debe vivir sin chocolate, sin café y sin té.

EL ALCOHOL
Se supone que a los animales no se les da alcohol, pero si queda por ahí algún despistado, que sepa que para un gatito resulta MUY TÓXICO y que puede sufrir incontinencia urinaria, irritación gástrico intestinal, insuficiencia respiratoria y hasta un coma.

EL AGUACATE
El aguacate es muy apreciado por su alto contenido en aceites vegetales, pero es muy graso y tiene muchas calorías.
PARA EL GATO ES MUY PELIGROSO porque tanto las hojas como los frutos, las semillas y la corteza contienen “persin”. Esta sustancia le produce al gato irritación gastrointestinal, vómitos, diarrea, dificultads respiratoria y acumulación de líquidos en los tejidos que rodean al corazón. Una dosis importante de persin puede matar al animal.

LAS SETAS
Hay muchas setas que son perfectamente comestibles para los humanos pero venenosas para los gatos. Para no correr riesgos elimínalas totalmente de su dieta.

EL ATÚN
A muchos gatos se les van los ojitos detrás de un trozo de atún, pero lo cierto es que carece de los nutrientes que el gato necesita para estar sano y, además, tiene una enzima que destruye la vitamina B1 que tan importante es para su sistema neurológico.
Por si eso fuera poco, el atún, especialmente el atún blanco, tiene mercurio, que se acumula, no se elimina y es tóxico.

LOS HUESOS Y ESPINAS
El gato tiene un paladar muy fino, pero es un probador profesional que siempre trata de sacar tajada de los platos de los mayores. Y ahí está el peligro: en los platos suele haber restos con espinas y huesos que son tremendamente peligrosos… Y no sirve de justificación decir “si los gatos comen pescados vivos es que saben quitar las espinas”. Preguntadle a vuestro veterinario. Si a pesar de todo decidís darle un poco del pescado sobrante, revisadlo minuciosamente para eliminar TODAS la espinas. Lo mismo digo de los huesos.

EL HUEVO CRUDO
El huevo crudo es malo para tu gato por dos razones: por un lado puede contener salmonella y elicobacter coli; por otro, la clara tiene una enzima llamada “avidina” que puede provocar inflamación de la piel, pérdida de pelo y un crecimiento pobre del animal.

CARNE Y PESCADO CRUDOS
Olvídate de que los gatos callejeros cazan ratones y peces de los ríos. Los alimentos crudos en general suelen contener bacterias que pueden infectar y enfermar al gato.

EL HÍGADO
Es triste, pero hay gente que le da hígado a su gato casi a diario, sin darse cuenta de que lo están matando poco a poco.
Es cierto que a los gatos les gusta el hígado, pero eso no justifica que se lo demos. El hígado tomado con frecuencia lleva a una hipervitaminosis A. ¿Por qué? Porque contienen una proporción muy alta de vitamina A que se va a cumulando en su cuerpo hasta alcanzar niveles tóxicos para él.
El hígado es una parte del cuerpo de los animales que acumula grandes cantidades de hormonas, antibióticos, toxinas… que fueron entrando en el organismo del animal sacrificado. Prácticamente no es carne y por lo tanto no aporta proteínas, que es lo importante en la alimentación del gato.
La hipervitaminosis A cursará con falta de apetito, decaimiento, un pelo mate y deslucido, y un deterioro del estado general… Con el paso de los meses aparecen lesiones óseas y de las vértebras. El gato deja de jugar porque le cuesta moverse. También deja de lamerse.



LAS VERDURAS
Los gatos son carnívoros puros y tienen un tracto intestinal demasiado corto para digerir bien las verduras.

No deben comer uvas y pasas, porque les resultan tóxicas, afectándoles el riñón y causándoles diarrea. De igual manera el plátano también les produce diarrea. Los cítricos [pomelos, naranjas,  limones…] les caen fatal, pero aquí el riesgo de ingesta es menor porque a los gatos no suele gustarle el olor ni el sabor de los cítricos.

CEBOLLA, PUERRO Y AJO
Son alimentos de lo más normal en casa, nosotros los comemos cada dos por tres, pero para el gato pueden ser fatales porque le dañan los glóbulos rojos produciéndole anemias muy peligrosas.
Entre la cebolla y el ajo es peor la cebolla porque contiene una mayor cantidad de “tiosulfato”

LA PATATA CRUDA
Hay informaciones por ahí que dicen que los gatos no deben comer patatas y eso no es del todo exacto. Lo que no deben comer es patata cruda, porque la patata, sus hojas y sus tallos tienen “solanina” que es una sustancia muy tóxica para el gato. Sin embargo prácticamente desaparece cuando hervimos la patata. Por lo tanto lo que hay que evitar es que el gato tenga acceso a las patatas crudas, y si quieres darle patatas, ocúpate de que estén previamente hervidas.

EL TOMATE
Aunque parezca raro, el tomate, es familia de la patata [ambas son solanáceas], así que también contienen “solanina" y deben evitarse con la misma vehemencia, especialmente los tomates verdes, los tallos y las hojas del tomate, porque son tóxicas para tu gato. Pero recuerda que ese tóxico desaparece al hervirlo.

EL XILITOL
Es un edulcorante que se usa en muchos productos como bollos, caramelos, chicles, pasta de dientes… Cuidado porque puede producir una insuficiencia hepática.

LA SAL
La sal puede generar sed excesiva, incontinencia urinaria y hasta intoxicación por iones de sodio. Los síntomas de intoxicación son: vómitos, diarrea, depresión, temblores, temperatura elevada y convulsiones.

Esta no es una relación exhaustiva de alimentos peligrosos para tu gato, pero sí una buena aproximación con la que trato de que te preocupes del tema e investigues por tu cuenta.


A continuación de incluyo un cuadro resumen que puedes pegar en la puerta de la nevera para tenerlo presente.



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